miércoles, 20 de marzo de 2013

Discurso de Inauguración de la Fuente del Cerdito


Bienvenidos a Pedrajas y muchas gracias por venir a esta peculiar inauguración.
Mi primera intención al plantearme el discurso de inauguración fue daros una charla titulada: “Importancia del cerdo en la economía domestica soriana en la posguerra tardía” pero me falta moral para daros semejante paliza y lo que os voy a contar es ligeramente distinto aunque basado en el mismo tema, ahí va :
 Hubo una época de la que casi nadie se acuerda ya en la que comer era importante, no sabíamos lo que era el colesterol  y a los restaurantes se iba a comer, no a ver ni a oler, salir de un restaurante con hambre era un insulto para el establecimiento y la diferencia entre las calorías y la poesía estaba meridianamente clara.
Esa época era nuestra infancia y en ella toda la gastronomía invernal giraba en torno al cerdo.
Comenzaba en diciembre, con LA MATANZA, ese día, muy de mañana, se tocaba zafarrancho y todos los miembros de la familia comenzaban los preparativos para mandar a mejor vida al pobre animalejo ( que había sido como un miembro más de la familia durante unos meses).
El día comenzaba con pastas y anís, con un gran fuego y con actividad febril para tener todo preparado para el sacrificio y posterior procesado del animal, cuya muerte era asumida por todos como un mal necesario para la supervivencia invernal.
La matanza fue para la mayoría de nosotros la primera relacion con la muerte, la primera vez que sentíamos, a veces con horror, el sufrimiento extremo que conlleva transformar un animal al que habíamos visto crecer en simple e imprescindible comida.
En la matanza participaban habitualmente vecinos, amigos y casi siempre un “experto” del pueblo que supervisaba que todo se hiciera adecuadamente y que era el encargado de degüello del cerdo (habitualmente  tras varias copas de anís) mientras los hombres sujetaban las patas, los niños tiraban del rabo y la madre recogía en un terrizo con pan (que había  cortado la abuela)  hasta la última gota de sangre .Todo el mundo tenía asignado su papel y lo cumplía con la máxima seriedad.
Cuando el matarife certificaba la defunción el animal se pelaba según la costumbre de cada pueblo (en el mío con agua muy caliente), se colgaba y se aviaba (nunca he vuelto a conjugar ese verbo) en una especie de autopsia vertical, separando cuidadosamente cada órgano, porque todo servía. Ese fue probablemente para todos nosotros el primer contacto con la disección y con la anatomía (para mi, el pulmón, antes de ser pulmón fue liviano y el hígado antes que hígado fue esadura),y ahí fue también por primera vez donde algunos nos dimos cuenta de que el alma no aparecía por ningún sitio… alguna ventaja habíamos de tener los chicos de pueblo.
Ese día había barra libre de proteínas para todos y el personal se ponía morado de pequeños despojos del pobre animal que iban surgiendo en el proceso de disección.
Seguían días de morcillas, salmueras, ahumados, chorizos, de callos para comer, hígado para cenar, para desayunar…( los cerdos de mi infancia tenían toneladas de hígado), continuaba el invierno con cocido tras cocido de espinazo (kilómetros y kilómetros de vertebras),con vigilancia exhaustiva de los chorizos (una ciencia mucho más exacta que las matemáticas), con adobos y torreznos por doquier.
En resumen: La comida de invierno era cerdo y lo demás complementos, y aun así éramos moderadamente felices.
Después llegó la bonanza, el  mercado común, la globalización, años de progreso en los que a medida que crecían nuestros recursos crecía también nuestro aborregamiento (¿sería porque comíamos mas cordero?), llegaron también los médicos tocando los cojones (que si el colesterol, que si el riesgo cardiovascular…) y pasamos a considerar que comer bien era ir a un sitio “bien” donde te servían esencias de comida servidas en platos de una hectárea  pintados con tomate y salsa verde.
 El humilde cerdo seguía ahí, debajo de alguna endivia o nadando en salsa de menta al vino de Oporto, resistiendo el desprecio que le hacíamos aquellos a los que había ayudado a crecer…
Hoy asistimos a una regresión económica y social sin precedentes, de repente parece que ya no somos todos descendientes directos del Cid y que nuestros escudos heráldicos ya no son tan sólidos como parecían, hemos pasado de dominadores a vasallos. De repente nos hemos dado cuenta de que somos aquello que ya creíamos superado…No me alegro de ello, pero creo que incluso esta situación puede tener una lectura positiva si sabemos aprender de ella, si contribuye a que se nos desprenda esa costra de orgullo y estupidez que se nos ha ido pegando con los años y volvamos a ser nosotros mismos, como personas y como país, con algún valor al margen de lo económico, con personalidad basada en nuestras costumbres y con respeto a lo que fuimos: un país humilde que comía y gastaba lo que tenia .

                           Miguel A. Rodríguez Marcos. Soria. Abril de 2012

martes, 19 de marzo de 2013

Retranqueo invertido

Escultura en madera realizada por el escultor Turolense Antonio Garza, uno de los promotores del proyecto escultórico  gemelo y hermano del de Pedrajas : El valle de los sueños, en Puebla de la sierra (Madrid).
 Fue realizada a la vuelta de un viaje a Nueva York y su curioso titulo hace referencia al termino arquitectónico del "retranqueo", usado mucho en las macroedificaciones de dicha ciudad para una mejor distribución de la luz natural en los edificios y hacer que esta llegue al suelo.
La composición realmente recuerda a los abigarrados edificios neoyorquinos pero invertidos.
 Lo de la bolita en la base personalmente creo que es para mosquear,pero habría que preguntárselo a su autor.
En su instalación colaboraron Muebles Orden con el encofrado de la base, Marcelo, Felix, Miguel Rodríguez y Jesus Sanz. El hormigón fue donado por construcciones Aljama que en aquel momento estaban pavimentando una calle cercana .

Fuente del cerdito

Esta esculturita de bronce es el punto final en la recuperación de los antiguos pilones-abrevadero de Pedrajas tras la restauración de las pilas en 2010 y la realización de las vallas en 2011.
La escultura es una versión caricaturizada de un cerdito realizada en bronce por fundiciones Alfa a partir de un modelo en cerámica de Miguel A. Rodríguez.
El porqué del cerdito para mí es evidente: creo que es el animal que más ha contribuido a la supervivencia en esta dura tierra y el que tiene un lugar mas relevante en la cultura culinaria y en subconsciente colectivo de los sorianos.
El cerdito va colocado sobre una roca de unos 1300 kg. traída por Martín y sus hijos del monte de Pedrajas (nos hizo sudar tinta y pensar en lo que costó hacer las pirámides). La piedra de "ojo de perdiz" se talló solo lo justo para hacerle un asiento en la cabecera de la fuente y una pequeña pila (magistralmente tallada por Eladio) desde la que escurre el agua por la propia roca hasta el pilón.
En su colocación colaboraron varios vecinos del pueblo (Jesus, Felipe, Marcelo, Alberto, Segundo...) y la empresa Construcciones Aljama.
Su financiación corrió a cargo de la casa rural "El mirador de la fragua" y de la AVV de Pedrajas.
Fue inaugurada en mayo de 2012 por el Alcalde de Pedrajas D. Felix Vera y tras la inauguración hubo un ágape con productos del cerdo donados por "La despensa " y con unas estupendas migas que nos hizo el amigo Segundo.


 Asistieron unas 70 personas a pesar de la constante amenaza de lluvia (Alá es vengativo).

lunes, 18 de marzo de 2013

Tornasuertes

Escultura realizada en hierro, madera de sabina y piedra por la ,hasta ahora, única escultora del proyecto : Montserrat Hueso, escultora catalana afincada en Soria desde hace 19 años.
 La pieza fue concebida como móvil aunque por motivos de seguridad fue fijada en la instalación.
Su titulo hace referencia a la curiosa propiedad que tiene (si se desea al contemplarla) , según su autora, de cambiar la propia suerte, no nos dice si en sentido positivo o negativo, lo cual nos lleva inevitablemente a la pregunta : ¿es tan mala nuestra suerte como para arriesgarnos a cambiarla?.


 En su instalacion fueron imprescindibles Alberto Vera y su tractor y mi hijo Miguel.

domingo, 17 de marzo de 2013

In memoriam


Escultura realizada en chatarra, fundamentalmente engranajes de diversas procedencias (sobre todo del taller de Jesus Santamaria) que fueron limpiados, granallados, imprimados, soldados, pintados, etc. en el verano de 2010 por Miguel A. Rodríguez.
Como dejo entrever en el encabezamiento es una de las más laboriosas de entre todas las esculturas que he hecho para este proyecto e invertí en ella en torno a 130 horas.



Su titulo alude a la ancestral costumbre de despedir y recordar a los fallecidos con el mayor símbolo de vida, que son las flores. En cierto modo es un recuerdo-homenaje a las personas queridas que se van y de las que se nos va llenando la memoria a  medida que cumplimos años. Cada uno puede asociarlo a los que más grabados lleve en su memoria. La pretensión (quizás pomposa) es que este rincón lleno de colorido y de vida nos lleve a unos segundos de reflexión sobre la verdadera importancia de las cosas.
En su montaje me ayudaron los amigos Roberto y Lucia que convirtieron la tarde en excepcional

Ojo del solsticio

Escultura realizada en chatarra de diversas procedencias gracias a la cual conseguí descongestionar un poco mi abarrotada cochera.
Fue realizada por Miguel Angel Rodríguez en 2010 y colocada en 2011.
Es una de mis favoritas tanto por su simbolismo como por el magnífico lugar en el que está colocada.
Su título hace alusión a su orientación, exactamente hacia el lugar de la salida del sol en el solsticio de verano, fecha mágica por excelencia en esta tierra.


Fue pintada por mi hija Lara.
Para su colocación me ayudaron Martín Escalada, Félix Vera, Jesús Sanz y algunos vecinos más.

Vigilante

Tótem de más de 9 metros de altura, realizado a partir de un pino donado por la Mancomunidad de los 150 pueblos de Soria en el verano de 2009 (aunque no fue colocado hasta 2010). Forma parte de las 3 piezas que estarán situadas en las tres entradas del pueblo de Pedrajas, simbolizando la función protectora que estas esculturas siempre tuvieron en las culturas primitivas.
Fue realizado en unas 120 h. por Miguel A. Rodríguez y por Miguel Rodríguez en la nave de Eladio Orden, quien, como siempre nos facilitó consejos y ayuda técnica, siempre tan necesaria.
La colocación se hizo con una grúa cedida por grúas Kirten y operada magistralmente por Juan Carlos, vecino del pueblo y trabajador en dicha empresa.
El hormigón necesario fue donado por Hormisoria y la plataforma realizada por Felicísimo, Alberto, Eladio y algunos vecinos más.
Como soldador tuvimos a Tomas Iglesias y los hermanos Escalada nos dejaron su grupo de soldar.




Es evidente que sin la ayuda desinteresada de todos ellos, esta escultura no hubiera sido posible; les doy las gracias una vez más.